WELCOME, WILLKOMMEN, KALOSÓRISMA, BIENVENUTO, BIENVENUE, BEM- VINDO, YOUKOSO... BIENVENIDOS...

... A mi mundo, a mi espacio, a mi libertad.... A mis puteadas, a mis enojos, a mis caprichos, a mis verguenzas, a mi mal humor, a mis quedadas mal...
A mi risa, a mi vida... cotidiana.. ya vivida, olvidada y recordada,
a TODO lo que me rodea...
A vos, al mundo... hecho por hombres de carne y hueso, sentimientos y deseos... de placer, necesidades... de odio... sexo, anhelos y amor.

Entrá y leé!...

lunes, 5 de abril de 2010

PASCUA ATÍPICA


Ayer fue domingo de Pascua. La resurrección de Cristo, Jesús, Jesucristo, el hijo de Dios.... Jebús. Todos los años en casa hacemos algo diferente y esta vez , no fue la excepción. "Festejamos" por separado y cada uno en la suya.
Años anteriores me acuerdo que mamá le ponía más onda a estas cosas, como a la navidad. Compraba pelotudeces festivas, acordes a la ocasión. Decoraba la casa con conejos horribles de felpa o peluche barato con una canastita de mimbre, pedorra, para poner huevitos y que la gente que venga a casa se sirva, como un aperitivo. Nunca duraban más de dos días. Ni hablar de los conejos de cerámica o porcelana que tanto le gustaban y que tanto cuidaba... entre la torpeza de papá y los pelotazos de Iñaki, tampoco duraban y a la mierda con el "tengamos las pascuas en paz por amor a Dios!!". Una vez me acuerdo que intentamos hacer huevos. Grandes, chiquitos, decorados... bien dije, intentamos. Una vez y gracias. Nunca nos salieron.
Con el tiempo fuimos creciendo, y mamá también. Ya no compra nada para decorar y hace un par de añitos que tampoco compra de antemano los huevos de pascua. El mismo domingo a la mañana, con el pretexto de "voy a comprar las cosas para el almuerzo" busca por cielo y tierra algún lugar abierto y los trae, como si nada, como si Iñaki y yo no nos diéramos cuenta que antes no estaban.
Con el tema de la carne nunca hubo tanto problema. Papá detesta el pescado, "no lo llena", pero lo come sin decir nada porque es semana santa. Iñaki y yo de chicos comíamos pastas, pizza y huevos. A mamá siempre le dio lo mismo, mientras no comamos carne. ¿Por qué? porque comes a Dios... Dios nos pide solo un sacrificio al año, sólo uno! Y es: no comer carne. En mis épocas de rebeldía me imponía fuertemente y convencida de mis creencias medio ateas, medio budistas, más orientales... y ahí otra vez: "tengamos las pascuas en paz carajo!" si querés comer asado, hacelo! querés comer pescado, hacelo! hacé lo que quieras! me decía papá... y yo obedecía, con culpa. Si no comía carne, era por papá, no porque comía a Dios!! Igual, en mi casa solo eran los viernes santo de abstinencia. Papá más de un día, no aguanta.
Se imaginaran que tampoco vamos a misa. Mi viejo labura de lunes a lunes (y agradece al cielo tener tanto trabajo y no poder ir a misa). Mi hermano es boby scout y el si va, todavía tiene vivo el espíritu de la religión. Mamá lo llevó a misa el domingo de ramos y llegó a casa rápido y sola. Trajo un ramito, minúsculo, de olivo y el diario. ¿No te quedaste? No, qué me voy a quedar!? Tengo que cocinar....(?) Ese día comimos a las tres de la tarde, pero ella no se quedó a misa porque tenía que cocinar! y yo... bueno... no fui.
Pasaron un par de días... y milagrosamente se hizo la pascua en mi casa. El martes ya había 3 huevos. El miércoles a la tarde, 2 y medio. Iñaki fue testigo de como se abollaba uno de los huevos... claramente fue el, lo abrió y comió la mitad. Ya estaba roto! y quedaba feo así, dijo.
El jueves santo fui a lo de Gabi. Me había comprometido con su familia en ir a hacer juntos el recorrido por las 7 iglesias, tan tradicional en estas fechas. Quería hacerlo, tenía ganas de participar de estas cosas aunque sea una sola vez en mi vida. Fui, pero dudo que vuelva a hacerlo. Realmente fue poco llamativo, no cantamos en el camino ni rezamos en voz alta, ni llevamos velas, nada de eso. Pero me cansé y hasta ayer, me dolían los pies. Tres horas caminando. Encima parece que el padre organizó mal el caminito... fuimos y volvimos 4 veces por el mismo lugar, no entramos a la misma iglesia de pedo. Al otro dia volví a casa, cerca del mediodía. Almorzamos los 4. Papá no trabajó. Mamá había hecho un intento de tarta de atún, que en realidad fue tarta de cebolla con menos de una lata de atún. Con Iñaki la odiamos. Queríamos pizza! pero no: Coman lo que hay, tengamos la pascua sin quejas mierda! dijó la voz gruesa y ya hinchada las pelotas de papá. Comimos. Después, nos fuimos a dormir.... nos cayó super pesada esa tarta de mierda.
El sábado trabajamos todos. A la noche, comimos asado. Comieron mejor dicho... la carne ultimamente, me da asco. Nos fuimos a dormir temprano ese día.
Por fin llegó el domingo. Ya teníamos 2 huevos (el medio que había quedado lo mató Iñaki, aunque diga que no...) y uno enorme... más bien grandecito. Nadie fue a misa. Mi hermano que hubiese sido el camino a la salvación, se quedó dormido. Nos despertamos al mediodía y desayunamos huevos. Papa trabajó. Vino Beto de visita. Cada uno almorzó cuando le dio la gana y en dónde tenía ganas... nada de poner la mesa, de comer en familia... no. Postre: huevos. Me quedé dormida mientras veía Los Simpson. Me desperté y comí huevo. Me dormí otra vez y me volví a despertar a la hora de la cena. Comí en mi cama y después, comí huevo. Vi la tele hasta las 3 de la mañana.... comiendo huevo.
Definitivamente tuve unas pascuas a pura fiaca como hace años no tenía. Garfield al lado mio, un poroto. Día más improductivo que el de ayer, no existe! No hice un carajo más que comer huevo todo el día tirada en la cama y sin culpa. Ya siento los granos enormes que me van a salir en pocos días o el dolor de panza que posiblemente tenga. Por ahora sobrevivo, estoy medio asqueada con todo, sobre todo con el chocolate. La pasamos bien, en familia, cada uno en la suya... papá viendo fútbol, mamá cosiendo, Iñaki rotaba de la pc a la play y yo, reposando. Atípico, pero super relajado..cada uno en cualquiera... la famiglia unita!!