INSPIRACIÓN

Ayer me dijeron que la inspiración puede salir de cualquier lado. Puede nacer desde una simple gripe hasta lo más increíble. No sé de donde viene la inspiración. Tampoco sé a donde va. No sé que es. Sólo se que está. Y la muy hija de puta está en todos lados y puede salir en cualquier lugar. Me acostumbre a llevar siempre conmigo un cuaderno y una birome. A veces lo uso, otras no y quedan por días en la misma cartera. Muchas veces escribí en servilletas de papel, hasta en un boleto de Bondi. Escribo en cualquier lado y en situaciones extrañas. La forra inspiración no mide en que momentos puede salir ni tampoco se da cuenta cuando es oportuna o no. Simplemente es y deja ser. Y si, acá estoy otra vez… “inspirada” y enferma. Ocupando mi tiempo de reposo en estas líneas, escribiendo y tratando de decir algo que no sé que es. Dejando que la inspiración fluya. A veces es un problema dejar que la inspiración fluya, de repente se me vienen a la mente un montón de cosas de las cuales no se si vale la pena escribir o pensar o sólo ignorarlas o recordarlas fugazmente. ¿Tanto se puede almacenar en la cabeza? OK, el saber no ocupa lugar y… ¿los recuerdos? no me siento opacada ni mucho menos por las cosas vividas, si muchas de ellas fueron una cagada y otras la verdad es que vale la pena revivirlas. Cada vez estoy más segura que los recuerdos, mis recuerdos, son una gran parte de mi inspiración. Gran parte de todo esto que a veces me parece una mierda y no apto para ser leído mientras que otras, puede que algún día sea algo lindo. Entonces, ¿qué carajo es la inspiración si no es esto? Hablar de lo que uno tiene ganas, escribir y dejar que salgan de mis dedos estas palabras que por ahí no mantienen cierta concordancia, no se entienden o que milagrosamente tienen toda la lógica que me falta a mi.