Amarte fue el regalo más lindo que te di sin pedirte nada a cambio.
Ni siquiera que me quieras,
ni siquiera que me entiendas,
con amarte era suficiente.
El ragalo más lindo que me di en cambio,
fue dejarte ir,
libre como siempre fuiste,
con otra como siempre estuviste,
lejos de mí como siempre te sentiste.
¿De qué sirvió pensar que podíamos compartir nuestra vida?
¿De qué valió vivir ilusiones despierta sin tenerte al lado mío?
¿Y todas esas noches que dormí abrazandote sintiéndome tranquila? Hoy es de día.
Tus besos, tus abrazos,
tus chocolates y tus cigarrillos no están.
Así como desapareciste vos, desaparecieron todas estas cosas también.
Jamás vas a leer esto,
en tu puta vida imaginarás todo el amor que te tuve.
Nunca me creíste, o tal vez sí
y ese fue el problema.
¿De qué servirá todo esto sino para desahogarme escribiendo sin pensar?
Inútiles los intentos de ayer por olvidarte y arrancarte de mi ropa y mi celular.
Hoy no lo intento.
No tengo ganas y el olvido aparece.
Tu número sigue en mi celular, ocupando un lugar en la memoria.
Mi ropa sigue siendo la misma,
uso esa remera que te gustaba que ya no sé cual es.
Y yo, también sigo siendo la misma... Isa, gorda, zoncita, como me llames...
salvo que ahora ya no duermo con vos una o dos veces por semana,
no te beso, no te toco, no te miro, no te hago el amor... no te siento, no te pienso y ya no sé si te quiero.
Simplemente no sé nada de vos. No sé donde estás, ni cómo estas... si me pensás, si me amas. Nada.
Que seas feliz.
