Por el simple hecho de tener un estado físico alarmante, decidí sacarle todo lo que pueda a la empresa donde trabajo y aprovechar esas fucking clases de pilates y baile que me dan gratis por trabajar acá. ¿Qué carajo tiene que ver una agencia de viajes con un estudio de danza? No tengo la más puta idea. La cuestión es que poco me preocupa encontrar la relación que existe entre ambas cosas. Me anoté y ayer fue mi primer día.
Todo lo que se comienza cuesta. Todo lo nuevo es raro, por ser nuevo justamente. Y todo, obviamente, es un proceso. Ayer, definitivamente lo comprobé.
Empecé con pilates. Éramos todas nuevas, salvo una chica que resultó ser la profe de salsa/ merengue o algún cachengue, que no cuenta. Éramos nuevas y punto... se notaba... mucho. La profe, con plena confianza, se apiadó de nosotras y nos hizo hacer cosas básicas, simples y fáciles, con pocas repeticiones. Igual, dolía. Con la fuerza abdominal que implica el hecho de hacer pilates sentía que me iba a explotar el estómago o que me iba a acalambrar las piernas de por vida. Pero no, nada de eso pasó.
Mientras que miss confianza nos indicaba que ejercicio hacer, caminaba por el salón y se detenía una por una para mejorar la postura ignorante que teníamos, por no haber hecho nunca pilates. Yo observaba, detenidamente, que toqueteaba un poquito... pero no me llamó taaanto la atención.. hasta que se acercó a mi. La tremenda mano en el orto y bien apoyada que me metió, fue inexplicable. Me quedé atónita. La miré, me seguía tocando y me decía, así, así... (?) Al ver que a mi compañera también le hizo lo mismo, pensé que ese era el método que utilizan para que lo hagas bien (Si no es así, por favor, avisen). Pasó, raro que te toque una mina, pero tampoco me espanté... nada del otro mundo.
Al terminar la clase, no sentí nada... fue bastante light. Tenía mis piernas en el lugar y mis brazos donde tenían que estar. El estómago no me había explotado. Decidí no abandonar, la próxima clase voy.
En el mismo salón, al terminar la clase de pilates seguía la de axé. En mis épocas mozas, cuando tenía un cuerpo agradable, una cintura y un culito bien parado, bailaba axé. Era pendeja, bailaba y reboleaba. Después una crece y esas cosas ya no son vitales como antes y deja de rebolear tanto y a ponerse las pilas con cosas.. importantes. Honestamente me entusiasmó la posibilidad de volver a bailar, me gustó la idea y me quedé. Éramos unos cuantos, todos de la empresa, obvio. El profe, bien. Típico de bolichongo, pero bien. Copado. Se le había roto el abrojo del pantalón... pero igual, él seguía reboleando sus "pompas" (término que usaba todo el tiempo, reiteradas veces... pompas=culo). Pero bueno, sacando esas palabras absurdas y lo zeziozo que era.. le ponía onda.
Lo que te moves en esa clase de mierda es impresionante. Para colmo nos cagabamos de calor, recien a los 40 minutos prendimos el aire (estábamos tan concetrados... entre tanto reboleo y pompas uno se olvida de todo). Contentos, terminamos la clase bailando la "Dança do Creu". Estaban todos jocosos, repitiendo creu, creu, creu!! Si supieran lo que significa... lo pedirían a gritos!
Ya en el bondi, de regreso a casa, llegamos a la conclusión con Abe, que nos sentimos realizadas. Qué bueno es hacer algo por tu cuerpo! Por más de que sientas que tus extremidades van a quedar acalambradas for ever o que pienses que carajo estás haciendo ahí reboleando como loca y pidiendo creu, todo ayuda a liberar tensiones. Después te sentís mejor, más tranquila y menos estresada. Es un cable a tierra que te ayuda a no desbarrancar. Muevanse un poco! Es saludable para el cuerpo pero sobre todo para la mente.
Tampoco se sarpen... hoy empiezo con elongación y danza árabe. Aclaré que iba a sacarle todo a esta empresa! Si sobrevivo, después lo cuento.
