WELCOME, WILLKOMMEN, KALOSÓRISMA, BIENVENUTO, BIENVENUE, BEM- VINDO, YOUKOSO... BIENVENIDOS...

... A mi mundo, a mi espacio, a mi libertad.... A mis puteadas, a mis enojos, a mis caprichos, a mis verguenzas, a mi mal humor, a mis quedadas mal...
A mi risa, a mi vida... cotidiana.. ya vivida, olvidada y recordada,
a TODO lo que me rodea...
A vos, al mundo... hecho por hombres de carne y hueso, sentimientos y deseos... de placer, necesidades... de odio... sexo, anhelos y amor.

Entrá y leé!...

martes, 4 de enero de 2011

PRIMERAS GOTAS

Ayer cayeron las primeras gotas de la primera lluvia del año en Bahía Blanca.

Y cayeron también mis primeras lágrimas en silencio, debidas a motivos varios, inventados o no, imaginarios o no, reales y dolorosos.

Intenté expresar y expulsar el agua con sabor amargo de mi cuerpo que se transforma lentamente en salada, en pequeñas cantidades y con forma de cristal. No lo logré. Necesito hacerlo como a veces necesito un lugar donde escapar y ser yo.

En estos días de paz reviví momentos y situaciones que pensé no volver a contar. Me escuchaba mientras daba a conocer parte de mi historia vivida en este último año, sentía la misma angustia y tal vez un poco más como si hubiese pasado el mismo día en que recordaba. Porque el recuerdo te hace eso. A veces te juega tan en contra que es inmanejable, todo pierde el control emocional, no hay salida ni escapatoria, una vez que estas inmersa en un recuerdo, todo adopta el tiempo, a la imagen y semejanza de ese día.

Volví a sentir. Pero no lloré, más que en silencio. Miré dos películas tristes, dramáticas y de amor. No dieron resultado.

Insisto en llorar, no en sufrir, pero si en sacar todo lo que está acumulado en lo más profundo y no puedo. Y cuando pasan estas cosas es cuando pienso y me pregunto si realmente tengo tanto dolor como siento o simplemente mis ilusiones van mas allá de todo.

¿Pienso más de lo que siento o siento más de lo que digo?

Tal vez diga más de lo que hago, o haga más de lo que pienso, sintiendo.

Naturalmente las cosas me duelen pero no hasta derramar lágrimas.

Pasó mucho tiempo desde la última vez que lloré con ganas. Esos llantos acompañados de gritos y sudor frío. De deseos de desaparición y muerte.

¿Habré vuelto a sentir algo más después de ese sufrimiento?

Hay días en que pienso que sí, pero cuando veo que no hay ninguna reacción más que el silencio, me pregunto nuevamente si todo es tan grave.

Hoy nada me hace llorar. Ni la película mas triste, ni la muerte menos esperada, ni el amor más sufrido, ni la desilusión mas grande, ni las palabras más dolorosas, ni el golpe más duro, ni los recuerdos más vivos. Nada.

Porque realmente todo lo grave empieza y termina en mí.

La importancia se la doy de acuerdo a como me despierte ese mismo día o de acuerdo a como me acueste la noche anterior.