Muchas veces pensé que todo lo que alguna vez escribí,
lo sentí en ese momento y nunca más.
También, que todas esas palabras llenas de esperanza,
estaban dedicadas a personas que después no tenían la dicha de merecer nada de eso,
solo lo que tenían.
Hoy puedo decirte que me siento rara,
más que otros días.
Que tardé en escribirte, tardé en sentirte,
y ahora me encuentro inmersa en sentimientos encontrados en la parte más oculta de mi ser,
esa parte la cual alguna vez vivió y después se apagó en espera de nada.
Y en vez de esperanza,
en estas palabras hay seguridad,
por lo que siento al pensarte, por lo que siento al soñarte.
Y amor, solo eso, cuando esporádicamente, te veo.
Y a pesar de los sentimientos,
la diferencia ésta vez radica,
en que ni tan solo por casualidad, imaginas que alguna de estas palabras te pertenezca.
Tan solo con que sepas que mis noches te las dedico y en mis días te bendigo.
Tan solo con que sepas que tenés gran cantidad de párrafos dedicados y ninguna lágrima.
Anhelos con tu nombre, suspiros por tu alma.
Te sentirías feliz, lo sé, al tener esto en tu poder.
Quizá algún día pueda ver tu sonrisa y tus ojos llenos de luz al leerlo.
Mi amor te llega
y aunque no sientas mis manos en tu piel,
Mis besos los tuviste.
Y hoy,
mis ojos y mi espíritu cuidan por vos.
Para siempre, eternamente.
