WELCOME, WILLKOMMEN, KALOSÓRISMA, BIENVENUTO, BIENVENUE, BEM- VINDO, YOUKOSO... BIENVENIDOS...

... A mi mundo, a mi espacio, a mi libertad.... A mis puteadas, a mis enojos, a mis caprichos, a mis verguenzas, a mi mal humor, a mis quedadas mal...
A mi risa, a mi vida... cotidiana.. ya vivida, olvidada y recordada,
a TODO lo que me rodea...
A vos, al mundo... hecho por hombres de carne y hueso, sentimientos y deseos... de placer, necesidades... de odio... sexo, anhelos y amor.

Entrá y leé!...

miércoles, 22 de septiembre de 2010

ELLA

Iba enamorándose inconscientemente de todos. De los que le den un poco de amor, ya sea en una cama o en un bar. De aquellos que le regalen un café o un poco de su tiempo.
Le resultaba difícil entregarse a cualquiera. No era fácil tenerla en los brazos de los que amaba en silencio. Gratificante era poder verla a los ojos y sentir el aroma de su pelo y escuchar salir de su boca esas hermosas palabras que luego asustarían, por lo fuerte y mentirosas, por lo sensible y verdaderas.
Así iba por la vida, enamorada de cada uno que la abrazara por más de diez minutos o que minimamente permanezca un tiempo, cantidades diferentes de días en cada persona.
Sin más los mataba, dentro suyo, en su alma, para que no la lastimaran.
Cuando dejaba de recibir cariño, afecto o atención, los hundía en sus pensamientos, los lloraba como si fueran los últimos que pasarían por sus dedos y labios.
Los sepultaba dejandolos ir y saliendo a buscar un nuevo amor, otro entretenimiento que la acompañe en días grises y en primavera. Que no le regale flores y que le haga canciones. Que delire con ella sin despegar los pies del suelo. Que vuele, que la haga volar, que desaparezca de la cama cuando ya no se soporten y que vuelva, extrañandola y deseandola como la primera vez que la vio. Que la ame por dos días o una semana, hasta cuando decida ella, hasta que diga: “basta! No puedo darte más que esto”. Y con esa frase, liberadora y honesta, comenzará el velorio, posterior entierro del hombre que la amó y la asustó, del que no entendió, no valoró ni vio, buscando quien sabe que cosa que todavía no encuentra.
… Eso, que visualiza todos los días, religiosamente en su cabeza.
Eso, de carácter utópico, imaginario... que depende el escenario donde se sitúe la escena, parece real.
Eso, que de acuerdo al protagonista cambian los vestuarios.
Eso, que no dura más que un sueño.

Enamorada de nada y un poco de todo.
De nadie y ocasionalmente de algunos.
De esto que la rodea y de aquello que desea.
De la vida de hoy, tal vez de la anterior.
De su vida.
De ella.

Y la historia se repite.